El ataque del mosquito gigante.

Carmencita vino a verme ayer tarde y le conté toda la batalla con el mosquito gigante-dragón que me atacó por sorpresa. Creo que se quedó impresionada. ¡Ni yo mismo me lo acabo de creer! Se abrió el cielo mientras jugaba en el jardín y un objeto gigante no identificado clavó su aguijón en mi pecho como una bala. Yo sin parpadear cogí la espada y la agité hacia todas partes provocando la huída inmediata del monstruo.
En la farmacia, a los vecinos y por todas partes ya he contado lo que pasó, por si les puede ayudar y para que me conozcan mejor. La gente tiene que saberlo. Que se preparen todos los bichos de Santa Cristina que este verano voy armado y no les tengo miedo. Y si alguien me necesita, le pediré a mi madre que haga unos imanes de nevera con mi teléfono "Brigada anti-monstruos voladores".