Estoy enfadado.Llevo tres años enfadado



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Nací niño ,1ªcagada , a mi madre, a mis tías y a mi abuela le gustaban las niñas y se llevaron un buen chasco. Al cabo de un mes justo, mi madre se fue 3 días a París  con sus amigas pijas para "evadirse", pero ¿evadirse de qué?

Cuando cumplí dos meses, mi madre decidió  voluntariamente  incorporarse al trabajo, dejándome en manos de innumerables babysitters de todas las razas del mundo: filipinas (no me hacían ni caso), brasileña (me dejó por su novio a las 3 semanas), de Costa Rica (me asustaban sus abundantes pechos y sus peinados vudús), española (la más rara, veía fantasmas y complots en los garbanzos) y boliviana (ésta sí me quisó, pero a quién no pudo aguantar fue a mi madre y a mi abuela). En fin, que me sentí un mil leches y eso que entonces no decía ni mu, era un ángel.

Pronto mi madre decidió que lo mejor era una guardería pero como no encontró plaza en ninguna de la zona, me metió en una ludoteca por horas en la que me dejaban tumbado en una hamaquita llorando durante horas, día sí día también. Luego vendría la española psicótica que veía complots en los garbanzos y que no dejaba que nadie, salvo ella, se acercara a mi : Es miiiio (como el personaje de "El Señor de los Anillos" ) amenazaba a la aterrorizada señora que limpiaba la casa. Finalmente la solución llegaría con el cole ya que con un año y medio me "escolarizaron". Allí parece que me avine y mi madre respiró aliviada.

Fui creciendo y adorando a mi hermana mayor Bruna, que era: más lista, más buena, más dulce y sobre todo "más niña" claro. Y mientras disfrutaba de los juegos con ella (o contra ella ja,ja,ja) apareció de golpe ÉL: Jorgito (¡menudo nombre ridículo por cierto!). Bueno, pensé, es otro niño, y además el tercero de la fila, no habrá problema...pero lo HUBO. Allí estaba él, rechoncho, peludo y llorón reclamando atención, MI ATENCIÓN, la que me tocaba a mi por derecho y méritos propios ya que yo por aquel entonces tenía unos andares, unas salidas y unos rizos rebeldes y dorados muy muy divertidos (modestia aparte).

¡JORGITO PREPÁRATE Y CUIDADO PORQUE BRUNA Y MAMÁ SON MÍAS!!! y como supondréis todo empezó a ir de mal en peor. Nada volvió a ser lo mismo ya que incluso la palabra "bebé" pasó a ser para él y yo, encima yo ya era "mayor", osea, "desgraciado". Fuera tetete (mi adorado chupete), fuera pañal (¡socorro!), adiós a las pataletas (adiós libertad de expresión ¡claro!)...eso sí, me las iba a pagar este Jorgito, y mamá se iba a enterar también de semejante temeridad y osadia. ¡Menudo era yo! Así que pensé en mi venganza concienzudamente y la empecé a ejecutar sin piedad y sin perdón hace ya... ¿15 meses? Sí, aproximadamente desde que Jorgito vino a vivir a casa.